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Anonim

El coaching es un arte. El arte consiste en saber cuándo y qué tipos de comentarios debe recibir un buzo para mejorar su capacidad de buceo y, en última instancia, su rendimiento. Para explicar esto más adelante, primero, definamos algunos términos: retroalimentación, retroalimentación intrínseca y retroalimentación extrínseca.

Realimentación

La retroalimentación es la información que recibe un buzo sobre su desempeño, ya sea en la práctica, en una sesión de entrenamiento o durante una competencia.

Retroalimentación intrínseca

La retroalimentación intrínseca es información que un buzo recibe de sus propias experiencias. La mayoría de los buceadores saben cuándo hacen una buena inmersión. Por experiencia, saben cómo se siente una inmersión que tiene una entrada de rasgadura adecuada. La mayoría de los buceadores también saben que un golpe es el resultado de una mala inmersión. Desafortunadamente, el resultado es el dolor que proviene de aterrizar fuera de posición. Este tipo de retroalimentación proviene de los propios sentidos de los buzos.

Retroalimentación extrínseca

La retroalimentación extrínseca es la información que recibe un buzo de una fuente externa. Esta información puede provenir de un entrenador, un compañero de equipo, puntajes durante una competencia o un video.

La importancia de un entrenador que da retroalimentación a un buzo

Tanto la retroalimentación intrínseca como la extrínseca son importantes cuando estás entrenando. Pero si no se usan adecuadamente, también pueden ser perjudiciales para el objetivo final, que es ayudar a un buzo a mejorar. Debe poder entrenarlos para que reconozcan la retroalimentación intrínseca y lo que significa, así como aceptar la retroalimentación extrínseca.

Sepa cuándo dar retroalimentación extrínseca

Uno de los aspectos difíciles del coaching es poder adaptar la retroalimentación a las necesidades individuales del buzo. Los buzos más jóvenes con poca o ninguna experiencia dependerán más de la retroalimentación extrínseca de un entrenador. Es sorprendente cuántas veces le preguntas a un principiante cómo una inmersión entró en el agua, y te miran con una mirada en blanco y responden: "No sé".

Los buzos experimentados, por otro lado, pueden necesitar muy poca retroalimentación extrínseca, sabiendo lo que sucedió en su inmersión y cómo hacer una corrección. Un comentario como "la inmersión fue un poco corta", o posiblemente nada más que un movimiento de la mano o un movimiento de cabeza, puede ser todo lo que se necesita.

Nunca subestimes la capacidad de un atleta para hacer cambios

Los atletas tienen una capacidad notable para adaptarse, hacer cambios y mejorar con poca o ninguna retroalimentación. Los entrenadores muchas veces subestiman esa habilidad y sobrecargan al individuo con información que no hace más que causar confusión.

Así como un buzo necesita confiar en su entrenador, el entrenador debe confiar en la capacidad de su buzo para no solo hacer correcciones en su buceo sino también para aprender cómo hacer cambios.

El arte del coaching realmente se reduce a saber cuándo usar la retroalimentación extrínseca para mejorar la capacidad de un buzo, cuándo permitir que la retroalimentación intrínseca de un buzo haga el trabajo y cómo combinar los dos para crear el mejor rendimiento posible tanto en la práctica como en la competencia.

Retroalimentación intrínseca y extrínseca en el entrenamiento de buceo.